Persépolis
es la historia autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, la historia de cómo
creció en un régimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a
abandonar su país. El cómic empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene
diez años y desde su perspectiva infantil es testigo de un cambio social y
político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en
Irán y da paso a una república islámica.
Además
de diferenciarse de los demás niños por haber sido educada al estilo occidental
dentro de una familia de clase alta y por unos padres de ideología progresista
y partidarios del islamismo moderado, "Marji" (como la conoceremos al
principio de la historia) también tiene una considerable inquietud intelectual
para una niña de su edad y notable imaginación que la lleva a mantener
conversaciones con Dios -al que encuentra un curioso parecido con Karl Marx- o
soñar con llegar a ser algún día la última profeta que siga los pasos de Jesús
y Mahoma. La historia de unos antepasados ilustres (su bisabuelo fue el último
rey de la dinastía persa de los Qadjar), una familia que se opone activamente
al gobierno del Sha, las manifestaciones, la diferencia de clases sociales o la
marginación de la niña son algunas de las piezas del puzzle que Marji se
esfuerza por componer con la intención de comprender el mundo que la rodea. Al
tiempo que va creciendo, Marjane se da cuenta de que el nuevo régimen islámico
por el que lucharon sus padres ha caído en manos de los integristas y que no
trae consigo nada bueno.
Marjane Satrapi en una familia liberal con un ascendiente que fue Shah de Persia, estudió en el
Liceo Francés. Con la caída del Shah y posterior revolución islamista, fue
enviada a Viena, estudiando en el Liceo Francés. A su vuelta, se licenció en
Comunicación Visual con un master en la Escuela de Bellas Artes de la
Universidad Islámica de Azad. Marchó a Estrasburgo y posteriormente a París,
donde se asentó, comenzando a publicar. Ha recibido numerosos premios.
Es autora de historietas ilustradas, con gran carga
autobiográfica
Me gusto mucho.
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